“Queridos jóvenes, no os conforméis con menos que la Verdad y el Amor, no os conforméis con menos que Cristo”.
-Benedicto XVI –
"Queridos jóvenes: También Dios se fija en ustedes y los llama, y cuando lo hace está mirando todo el amor que son capaces de ofrecer. Como la joven de Nazaret, pueden mejorar el mundo, para dejar una huella que marque la historia, la de ustedes y la de muchos. La Iglesia y la sociedad los necesitan. Con sus planteos, con el coraje que tienen, con su sueños e ideales, se caen los muros del inmovilismo y se abren caminos que nos llevan a un mundo mejor, más justo, menos cruel y más humano.
En este camino, los animo a que cultiven una relación de familiaridad y amistad con la Virgen santa. Es nuestra Madre. Háblenle como a una Madre. Con ella, den gracias por el don precioso de la fe que han recibido de sus mayores, y encomiéndenle a ella toda su vida. Como Madre buena los escucha, los abraza, los quiere, camina con ustedes. Les aseguro que si hacen esto no se van a arrepentir". [Papa Francisco - en el video mensaje a los jóvenes camino a la Jornanda Mundial de la Juventud 2019]
La Oficina de Asuntos Hispanos invita a todos los jóvenes adultos entre las edades de 18 a 39 años a participar de las reuniones de jóvenes adultos en su región. En la Diócesis de Allentown, existen dos grupos regionales de pastoral para jóvenes adultos hispanos. Usted puede unirse en cualquier momento a la región más conveniente para usted. Cada grupo comparten momentos de enseñanzas bíblicas, catequesis, presentaciones en diversos temas de interés para el crecimiento espiritual y personal del joven de hoy. También comparten en eventos sociales y dinámicas instructivas y evangelizadoras para ser instrumentos y ejemplos en la Iglesia y en la sociedad. La Oficina del Misniterio Hispano les ofrece oportunidades de encuentros regionales y diocesanos por medio de retiros de fin de semana y encuentros de un día para fortalecer la labor evangelizadora y enriquecernos los unos a los otros con las aportaciones maravillosas que los propios jóvenes ofrecen por medio de sus propias experiencias. Para mayor información, hacer un click en la región de su interes debajo:
Carta del Papa Francisco dirigida a los jóvenes por el Sínodo de los Obispos 2018 cuyo tema será: “Los Jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”
Queridos jóvenes,
Tengo el agrado de anunciarles que en el mes de octubre del 2018 se celebrará el Sínodo de los Obispos sobre el tema «Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional». He querido que ustedes ocupen el centro de la atención porque los llevo en el corazón. Precisamente hoy se presenta el Documento Preparatorio, que les ofrezco como una “guía” para este camino.
Me vienen a la memoria las palabras que Dios dirigió a Abrahán: «Vete de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre a la tierra que yo te mostraré» (Gen 12,1). Estas palabras están dirigidas hoy también a ustedes: son las palabras de un Padre que los invita a “salir” para lanzarse hacia un futuro no conocido pero prometedor de seguras realizaciones, a cuyo encuentro Él mismo los acompaña.
Los invito a escuchar la voz de Dios que resuena en el corazón de cada uno a través del soplo vital del Espíritu Santo.
Cuando Dios le dice a Abraham «Vete», ¿qué quería decirle? Ciertamente no le pedía huir los suyos o del mundo. Su invitación fue una fuerte provocación para que dejase todo y se encaminase hacia una tierra nueva. Dicha tierra, ¿no es acaso para ustedes aquella sociedad más justa y fraterna que desean profundamente y que quieren construir hasta las periferias del mundo?
Sin embargo, hoy, la expresión «Vete» asume un significado diverso: el de la prevaricación, de la injusticia y de la guerra. Muchos jóvenes entre ustedes están sometidos al chantaje de la violencia y se ven obligados a huir de la tierra natal.
El grito de ellos sube a Dios, como el de Israel esclavo de la opresión del Faraón (cfr. Es 2, 23).
Deseo también recordarles las palabras que Jesús dijo un día a los discípulos que le preguntaban: «Rabbí […] ¿dónde vives?». Él les respondió: «Venid y lo veréis» (Jn 1,38).
También a ustedes Jesús dirige su mirada y los invita a ir hacia Él. ¿Han encontrado esta mirada, queridos jóvenes? ¿Han escuchado esta voz? ¿Han sentido este impulso a ponerse en camino? Estoy seguro que, si bien el ruido y el aturdimiento parecen reinar en el mundo, esta llamada continua a resonar en el corazón de cada uno para abrirlo a la alegría plena.
Esto será posible en la medida en que, a través del acompañamiento de guías expertos, sabrán emprender un itinerario de discernimiento para descubrir el proyecto de Dios en la propia vida. Incluso cuando el camino se encuentre marcado por la precariedad y la caída, Dios, que es rico en misericordia, tenderá su mano para levantarlos.
En Cracovia, durante la apertura de la última Jornada Mundial de la Juventud, les pregunté varias veces: «Las cosas, ¿se pueden cambiar?». Y ustedes exclamaron juntos a gran voz «¡sí»”.
Esa es una respuesta que nace de un corazón joven que no soporta la injusticia y no puede doblegarse a la cultura del descarte, ni ceder ante la globalización de la indiferencia.
¡Escuchen ese grito que viene de lo más íntimo! También cuando adviertan, como el profeta Jeremías, la inexperiencia propia de la joven edad, Dios los estimula a ir donde Él los envía: «No les tengas miedo, que contigo estoy para salvarte» (Jer 1,8).
Un mundo mejor se construye también gracias a ustedes, que siempre desean cambiar y ser generosos. No tengan miedo de escuchar al Espíritu que les sugiere opciones audaces, no pierdan tiempo cuando la conciencia les pida arriesgar para seguir al Maestro.
También la Iglesia desea ponerse a la escucha de la voz, de la sensibilidad, de la fe de cada uno; así como también de las dudas y las críticas. Hagan sentir a todos el grito de ustedes, déjenlo resonar en las comunidades y háganlo llegar a los pastores.
San Benito recomendaba a los abades consultar también a los jóvenes antes de cada decisión importante, porque «muchas veces el Señor revela al más joven lo que es mejor» (Regla de San Benito III, 3).
Así, también a través del camino de este Sínodo, yo y mis hermanos Obispos queremos contribuir cada vez más a vuestro gozo (cfr. 2 Cor 1,24). Los proteja María de Nazaret, una joven como ustedes a quien Dios ha dirigido su mirada amorosa, para que los tome de la mano y los guíe a la alegría de un ¡heme aquí! pleno y generoso (cfr. Lc 1,38).
Con paternal afecto,
FRANCISCO.
Para leer el Documento Preparatorio de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo 2018 de los Obispos sobre el tema “Los Jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”-clic aquí